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Sábado, 30 de junio de 2012. 161;Cómo te amo! Que me escapo para verte. Abrazarte, envolverte en mis brazos. A ser afuera una buena persona. Amarrarte, amarrarme, entre lenguas y labios. Soñar que no nos iremos. Que el tiempo se detiene. Mentir que somos una pareja de día. En verdad una de noche.
PRESENTACIÓN POEMARIO AL SURCO DEL ROMANCERO. CRISTIAN TORO MELÉNDEZ se da a conocer este año con Al surco del Romancero. Su primer poemario, como nuevo cantor del romance, y lo hace con elegancia, maestría y el grato frescor del campo colchagüino y el de Pichilemu. Aflora con inmensa sensibilidad y acentúa en todos. Sus poemas la fisonomía criolla y campesina. San Fernando, Julio de 2004.
EN LA NOSTALGIA DE DÍAS PASADOS. Domingo, 8 de agosto de 2010. Por su fuego y su carbón. Que brota a toda hora. Cómo no recordar con emoción. Desde Pichilemu a San Fernando. Con un buen blanco en la mano. Con fuego, agua y carbón.
LOS GRANDES CAMBIOS EMPIEZAN DESDE LAS PEQUEÑAS COSAS. Domingo, 1 de julio de 2012. A buscar el eco de las voces. Tomar el rumbo hacia los años. Entre las plumas de las aves. En cada huella o semilla. En el sudor y la lágrima. Sobre el risco de piedra. O la montaña gélida del sur. La paz no ha sido hoy. Esa que el bosque clama.
UN ALIMENTO PARA EL ESPIRITU. Domingo, 8 de agosto de 2010. El sol y la luna tengo. En mis dos nietos queridos. Son el aire que respiro,. Son agua que me da vida. Su risa, en mis oídos. A la senda sin espinas. Cuando sus ojos me miran! Silvita con sus tres años. De abuelas, primas y tías.
Domingo, 1 de julio de 2012. El sol se fuera de mi vida. O tal vez sería suficiente. El calor de una mirada. El viento se alejara displicente. Y no fuera posible retenerlo. Tal vez no me inquietara. Bastaría el roce de una mano. No sé por qué pienso estas cosas. Será que está doliendo caminar. Y que no es posible detenerse,. Que el tiempo se escapa de mis manos.
Domingo, 1 de julio de 2012. El viento, los árboles. Va entre risas, lágrimas. Desde la mente al alma. Entre el ocaso y el alba. Me lleva de rama en rama. Del ayer o el mañana. Domingo, 8 de agosto de 2010.
Millones de ojos y sueños dormían en la madera. Domingo, 1 de julio de 2012. A través de mis siglos hago un viaje,. Estampas y experiencias recogiendo,. En mi jardín las flores van creciendo. Y el otoño cambiándome de traje. Como sueños de mitos e intenciones. El tiempo tengo asido de mi mano,. El otoño recibo con desgano. En mi espacio sembrado de ilusiones. Peregrinos errantes, los minutos,. Mueren en el vacío diminuto. Donde también murieron los veranos.
Domingo, 1 de julio de 2012. Te contaré algunas cosas, Patricia,. Hablaré desde esta desnudez sin mente,. Si he amado amor? Puedo sin equivocarme,. Ahora es tan inconfundible esta alegría,. Amanecerme con tu apego en la piel,. Con tu nombre en el pecho,. De verdad te digo, amor, no! No me había sorprendido ni.
LOS GRANDES CAMBIOS EMPIEZAN DESDE LAS PEQUEÑAS COSAS. Domingo, 1 de julio de 2012. A buscar el eco de las voces. Tomar el rumbo hacia los años. Entre las plumas de las aves. En cada huella o semilla. En el sudor y la lágrima. Sobre el risco de piedra. O la montaña gélida del sur. La paz no ha sido hoy. Esa que el bosque clama.
UN ALIMENTO PARA EL ESPIRITU. Domingo, 8 de agosto de 2010. El sol y la luna tengo. En mis dos nietos queridos. Son el aire que respiro,. Son agua que me da vida. Su risa, en mis oídos. A la senda sin espinas. Cuando sus ojos me miran! Silvita con sus tres años. De abuelas, primas y tías.
Domingo, 1 de julio de 2012. El sol se fuera de mi vida. O tal vez sería suficiente. El calor de una mirada. El viento se alejara displicente. Y no fuera posible retenerlo. Tal vez no me inquietara. Bastaría el roce de una mano. No sé por qué pienso estas cosas. Será que está doliendo caminar. Y que no es posible detenerse,. Que el tiempo se escapa de mis manos.
Domingo, 1 de julio de 2012. El viento, los árboles. Va entre risas, lágrimas. Desde la mente al alma. Entre el ocaso y el alba. Me lleva de rama en rama. Del ayer o el mañana. Domingo, 8 de agosto de 2010.
Millones de ojos y sueños dormían en la madera. Domingo, 1 de julio de 2012. A través de mis siglos hago un viaje,. Estampas y experiencias recogiendo,. En mi jardín las flores van creciendo. Y el otoño cambiándome de traje. Como sueños de mitos e intenciones. El tiempo tengo asido de mi mano,. El otoño recibo con desgano. En mi espacio sembrado de ilusiones. Peregrinos errantes, los minutos,. Mueren en el vacío diminuto. Donde también murieron los veranos.