Martes, 12 de mayo de 2015. Montar la bici y es mayo y mediodía, y el sol es como una caricia que me roza apenas la piel. Las hojas danzarinas se alborotan a mi alrededor, mientras yo respiro ese aire de otoño y dejo que fluya la vida, sin esfuerzo, mientras ped aleo tranquilamente del trabajo a casa. Domingo, 22 de marzo de 2015.

Miércoles, 3 de julio de 2013. No me mires, así,. Se te escapa el mar. Se te pierden pétalos de luz. Se te olvida como soñar. No me mires, así,. Se te escapan los soles.

Martes, 24 de mayo de 2016. Todo lo que puedo ver. Todo lo que puedo ver. Es un territorio plagado de objetos, hilos, colores y figuras extrañas. Moviéndose, acercándose, alejándose. Nada de lo que pienso tiene que ver con eso. Nada allí responde a otra cosa que al capricho. No se une lo que creo va a unirse. Ni se aquieta o separa. Lo que de modo insospechado. Es la decadencia del tiempo y los espacios euclidianos. Es la frustración de quien tantea en la oscuridad.

Jueves, 16 de enero de 2014. Siento que me voy,. El cuerpo tira de mí. Lo que hay más allá. Y no quiero entrar en detalles. Al ritmo de mis pasos. Puedo decir que el cerebro. El cansancio y, recién nacida,. Gateo entre cientos de pájaros. Que aletean con el único fin. De producir el aire suficiente. Lunes, 25 de noviembre de 2013. Y cómo iba a saber qué sentiría.

El nido de microliteratura de Luz Leira Rivas. Ya podéis disfrutar en la web del número especial de El Descensor. Encantada de haber colaborado en esta propuesta donde participo con uno de mis pequeños micros. OS DESEAMOS A TODOS UNA FELIZ PERO TERRORÍFICA LECTURA.

Lunes, 17 de mayo de 2010. Te azotaré suavemente con la furia de mis cabellos. Que claman por tus manos. Te invadiré hasta perderte en cada espacio de mi cuerpo. Devoraré tus ojos cuando miren la oscuridad de mis silencios. Te aturdiré con mis olores emanando de tus poros. Te envolveré entre los pliegues de mi piel. Para quitarte el aliento y llenarte del mío. Con mis besos dolientes y sedientos de tu cuerpo. Cuando te vistas de invierno.

A los que tejen todo con la armonía de los Dioses. Al silbido de plata que una vez alzaste. Al plenilunio de los otros. Amor, no te muevas,. Aún, el Amor dice,. Locura, es sólo una vez. Sembré en el vacío una nueva onda. De la que, inocentemente. Sin querer colgué de mi memoria. Parece una creciente, y en el ocaso.