Ella teniendonos noche a noche. El amor es tu mano que me lleva a volar cuando me toca. La parte de mí que te pertenece y lame. Es tu alma que ardiente ríe. El amor es tu cintura sorteando al sol. El sol es el celo de tu mirada que arde. En envidias cuando me miras. Es fuego húmedo en mi cama. El velo desatinado de tus ganas.

Desciendo por la espiral de tus ganas y aterrizo en tu ombligo para beber la dulce humedad de ese nido. Recorro tu piel sin tapujos, sin contratiempos, sin prisa. Me deslizo sobre el sudor de tu impaciente arrebato restregando mi piel con la tuya. Y en ese fuerte abrazo sentimos la hinchazón de nuestras entre.

Que otra cosa podría decirte sino tan solo que te quiero. Que te extraño que te veo que te sueño. Que podría ofrecerte si tan solo tengo mi vida. Tengo mis sueños con dueños. Tengo esta piel llena de vos. Tengo soledades de a dos. El sol en sus amaneceres. Mi tren buscando tus rieles. Te ofrezco un mundo lleno de nadas. Un mundo sin consuelos ni desvelos. Sin odios ni podios sin oquedades ni verdades.

Ella guardaba en sus manos. El canto de las aves del amanecer. La música del pinar,. Cargaba sus bolsillos con semillas. Se bebía el sol con los ojos. Y con su piel el río. Se desbordaban de luz y gotas. En las copas de los árboles. Despedía al atardecer con sus labios. Tomaba el trigo y la tierra.