Lunes, 18 de octubre de 2010. Cira era una guapa mestiza; a sus 19 años estaba en la edad de merecer y es por eso que los pretendientes no le faltaban; sin embargo a ninguno de ellos les hacia caso concretándose en ayudar a su madre en la s tareas del hogar. Su familia no era ciertamente rica pero tenia lo suficiente para irla pasando sin sobresaltos, ya que su padre era dueño de algunas tierras y un poco de ganado que les servia para vivir sin angustias.

Lunes, 18 de octubre de 2010. Corría el año 258 de nuestra era; en una aldea de Irlanda del nort. Vivía una linda jovencita llamada Liban, quien tenia una preciosa voz con la que tod. As las tardes cantaba a los pecadores y marineros que regresaban de diarias faenas en altamar. Cierta tarde cuando se encontraba reunida con su familia después. No temas, nada te va a pasar-la tomaron de nuevo y la llevaron alas profundidades. 191;Y mis padres? 191;y mis hermanos? 191;donde están todos los de la aldea? .

Lunes, 18 de octubre de 2010. En el fondo del más azul de los océanos había un maravilloso palacio en el cual habitaba el Rey del Mar, un viejo y sabio tritón que tenía una abundante barba blanca. Vivía en esta espléndida mansión de coral multicolor y de conchas preciosas, junto a sus hijas, cinco bellísimas sirenas. Por fin llegó el cumpleaños tan esperado y, durante toda la noche precedente, no consiguió dormir. A la mañana siguiente el padre la lla.

Sábado, 20 de noviembre de 2010. Las Sirenas de Cristóbal Colon. Existen muchas leyendas acerca de marineros. El desarrollo de las exploraciones marítimas incremento. Notablemente el número de testimonios. Jean-Paul Clébert refiere que el descubridor de América obseso él mismo. A Barcelona, emite hipótesis sobre estas sirenas. Este echo debido a su dudosa autenticidad no aparece en los libros de texto.

Viernes, 3 de diciembre de 2010. Las Velas de Umiko, Hija del Mar. Abajo, en el pueblo, vivía un matrimonio que dedicaba su vida a la elaboración de velas que luego los peregrinos llevarían al templo. Como fuera que su pequeño negocio iba muy bien, decidieron ir ellos mismos al templo ese día a agradecerle a su dios los bienes que les había dado. Así, cogieron dos velas y se dirigieron hacia el templo, donde hicieron su ofrenda.