Dicen que segundas partes nunca fueron buenas pero. Después de todo lo ocurrido acabamos quedando el último día de trabajo para despedirnos. Todo iba bien, yo tenía que contenerme las ganas de achucharle, pero estaba bien. Y con esas me dejó. Yo le dije que el mes de vacaciones lo usara para desconectar de mi y pensarse mucho lo que hacer y lo que quería. Pero por otra parte, si antes tenía miedo de todo e.

Miércoles, febrero 04, 2009. Decidí vender mi alma al diablo. El alma es lo más valioso que tiene el hombre, de modo que esperaba hacer un negocio colosal. El diablo que se presentó a la cita me decepcionó. Las pezuñas de plástico, la cola arrancada y atada con una cuerda, el pellejo descolorido y como roído por las polillas, los cuernos pequeñitos, poco desarrollados. Cuánto podía dar un desgraciado así por mi inapreciable alma? Seguro que es usted el diablo? Sí, por que lo duda? Para no aferrarme a rem.