Ya no queda mucha ficción incumplida, ya la realidad casi no puede ser ficcionalizada. La vuelta al mundo en cero días, viaje al centro del cerebro, ventanas intercraneales, ojos metidos en túneles estomacales que proyectan su luz en pantallas planas. Ya nadie ve, salvo que lo cacheteen para despabilarlo unos segundos antes de volver a entrar en trance. Ya estas acostado eternamente dormido, sin guitarra, sin peluca, sin pastillas. La tuya si, la mía si.

Martes, 8 de noviembre de 2011. Y en tu inmaterialidad yo también desaparezco. La jaula de los pensamientos y la caja negra de los sentidos está abierta. Y lo reducen todo al simple movimiento de una hamaca. El viento sopla de frente, se respira con dificultad. El fondo de la escena se tiñe de un carmín casi imperceptible. El frío de los pies es casi un alivio. Miércoles, 17 de agosto de 2011. En pedazos sobre el suelo los cristales del equilibrio. Mis pies indemnes al atravesarlo,. Pero puedo nadar en él.