Martes, 26 de mayo de 2009. El mar, fin último y verdad. El océano, su amor. Respira profundo, invocando la vacuidad. Afuera lo esperan su mujer y los jueces a quienes corresponde calificar la hazaña que está por realizar. El calor hace que el nerviosismo sea más notorio en todos los presentes. Los buzos se preparan para indicarle los metros que lo separan de su propia realidad, esa realidad a la cual pertenece y está por descubrir. Moja su cara y se deshace de su principal fuente de oxígeno.

191;Cómo hemos podido bebernos toda el agua del mar? 191;quién nos dio la esponja para borrar el horizonte? Lunes, 18 de enero de 2010. Silencio plateado, sonrisa tus rocas tu movimiento inerte me convoca. Galope intranquilo que irrumpe en la quietud aún cuando tienes un comienzo en el final no te agotas. Vuelves, siempre, inevitablemente condenado a fluir en el eterno retorno. Desde las imperturbables nieves hasta la orilla del mar. Naces y vives, vives y mueres, eres la contradicción primaria,.

Se que a veces las palabras el viento se las lleva, por lo mismo, se envuelven en seda y colores, perfumes y sabores, para que su esencia prevalezca. El viento no las mueve, la lluvia no las moja y la esencia queda para entregar la verdad de la mente del autor. La Pared de la Luna. Joan Miró, Edificio UNESCO París. La vida, ese paréntesis. Desde el temblor de las manos. El Perfume de la Basura. El mar, fin último y verdad.