Se abrieron mis ojos y mi corazón no estaba. Se había ido volando en la noche. Salió a dar un paseo a la luna y no me avisó. Ni siquiera dejó una nota de despedida. Se escapó con el tuyo y regresarán. Y el tibio beso en la boca de todos los días,. El calor de tu hombro descubierto. Entre sueños alcanzó a escuchar como un rio. La sangre que corre por tus venas. Quiero que tu seas yo.

Viernes, 7 de septiembre de 2012. Yo soy, dice Dios, Maestro de las Tres Virtudes. La Fe es una esposa fiel. La Caridad es una madre ardiente. Pero la esperanza es una niña muy pequeña. Yo soy, dice Dios, el Maestro de las Virtudes. La Fe es la que se mantiene firme por los siglos de los siglos. La Caridad es la que se da por los siglos de los siglos. Pero mi pequeña esperanza es la que se levanta todas las mañanas. Yo soy, dice Dios, el Señor de las Virtudes.

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