Carta a mi bata de laboratorio. Tenía muchísimas ganas de escribirte unas líneas personalmente dedicadas. Después de todas las aventuras que estamos viviendo juntos, bien te mereces unas cariñosas palabras. Es por ello que hoy, por fin, me dispongo a redactar esta breve y apasionada carta. Recuerdas cuando veía a mamá dar clase a sus alumnos, siempre feliz, sonriente y de blanco impoluto? Perdona todas esas veces en las que mojo tu piel para secarme yo las ma.

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Pintar y amar es lo mismo. Jueves, 21 de mayo de 2009. Nos acercamos al final de nuestra andadura. Un recorrido más breve de lo que me hubiera gustado y una grata experiencia aunque, por qué no decirlo, tan confusa como esperaba que resultase. Lo vamos a hacer tomando una nota más, aunque de mayor peso, que hará media con las tomadas durante el cuatrimestre.

Es un sentir profundo que nace en las mismas entrañas del apóstol Pablo, el cual a su vez, fue engendrado por Dios. No es algo que se le ocurre a los hombres, pues es contrario a su naturaleza. Es nuestro deseo encontrarnos con este sentir en cada rincón de nuestro planeta.