Allí donde la tempestad declina y el agua se torna calma será el encuentro. Y de esa azul profudidad brotarán quimeras, se oirán melodías y comulgaremos en medio de la esperanza que fundirá nuestras almas. Viernes, 26 de diciembre de 2008. El horizonte es el mar. Con una alegría interior,. Miro el desgarrante mundo,. La agitación externa se topa con la paz del alma,. Es aceptar lo que nos toca sin mohínes de descontento,. Sin rebeldías que inundan de ira la placidez del devenir. El paisaje del mar,.

A media voz, una metáfora lúdica. 13 de septiembre de 2015. Un día apareciste en mi vida. Ya tenías nombre y te lo conservé. En tu mirada hay algo de magia, un poco de locura y mucho amor. 11 de julio de 2012. Lejos del diapasón calla la nota,. Y el musical sonido se aletarga. Quiero lavar mis lágrimas en agua,.

Me duelen los labios de tanto besarte. Me duelen las piernas de tanto moverme cuando estás dentro de mi. Me duelen los brazos de tanto abrazarte. Y me duele mi sexo de tanto disfrutarte. Una noche de abril, se encontró la magia y una reflexión en el paraíso. La noche se llenó de olores y de comidas no tradicionales. Ahí en ese momento, o quizás un poco después, nació un sentimiento intenso, desesperado, persistente.