El destino de este año me llevó hasta Malasia. Una ruta que apenas había planificado pero tan sólo su nombre me evocaba nuevas experiencias viajeras. En un momento en el que apenas había tenido tiempo para detener. Me a recabar datos, confiaba, tras la lectura del primer libro de viajes de Lonely Planet por el Sudeste de Asia. Y volver a recorrer el Aeropuerto Changi.

Este año dispuse de tres meses para hacer el circuito Camboya. Que desde hace varios llevaba planeando, y. Fue el lugar ideal para comenzar, obteniendo allí los visados de Camboya. Volé con Lufthansa a Tailandia. Y desde la capital saldría en bus dirección Hat Lek. Al sureste, punto fronterizo con Krong Koh Kong. Aunque la calle Kao Sarn.

9 de abril de 2008. El barco de las 10 de la mañana alcanzó el muelle de Salelolonga. Y es que los horarios de buses depende. Principalmente de las salidas y llegadas de los ferries. Mi primera parada es en Manase. Me quedo en Playa Tanu. En el extremo occidental, y me hospedo en T.

Estoy a pocos días de concluir este nuevo viaje por África.

Una Ruta hacia la Cima del Mundo. 27 de septiembre de 2006. Con un retraso de casi dos horas y el exhaustivo e inhumano control aduanero londinense de más de una hora y media en estrambóticas colas hace que pierda mi conexión a Nueva Delhi. Cuando el avión despegaba de Mumbay. Y la larga pérdida de tiempo, no me hizo caer en esa posibilidad.

18 de enero de 2010. Nuevamente en Calcuta, para concluir el viaje. Pues ya se ha acabado todo. El viaje llega a su fin. 000tk por el trayecto, mas 300tk de tasa de salida del país, mas 50tk por servicios de sellado de pasaporte y pago en el banco, evitándome así hacer varias colas. Tardamos 13h, y con las mismas peculiaridades de conducción. Me quedo en el hotel Gujral.

Al Final llega el Final. El martes 12 a medio día podía por fin,. A los aviones que me llevaría de vuelta. Se produjo un poco más de las 6 de la tarde, hora mala para coger cualquier. Pues todos acaban a las 6 en punto y no recogen a nadie más por las paradas. Parece ser que no necesitan más dinero que el ganado durante su horario de trabajo. Ni sienten empatía por la cantidad de gente que aún espera.