Recordaba que te tenía a ti y recuperaba el Norte. Eran las cinco de la mañana y me disponía a comenzar un nuevo día. No me quejaba de nada. Lo que perdía de noche, lo recuperaba de día. Al menos eso podría decirse en un tono no muy literal. Me sentía completo en muchos ámbitos de mi vida,. Pero tú vivías lejos y, quieras o no, no podía evadirlo por el día. Por la noche era fácil no pensar en ello,.

Lunes, 10 de agosto de 2015. Recoge las rosas, doncella, mientras la flor es nueva y la juventud fresca,. Y recuerda que así se apresura también tu edad. Paseaba todas las tardes por los grandes jardines públicos recogiendo rosas rojas, siempre con una gran sonrisa en la boca, dispuesta a atraer todas las miradas. Corrió durante años, huyendo del condenado diablo que la perseguía. Escondiéndose en los más recónditos lugares, alejándose siempre d.

Martes, 1 de septiembre de 2015. Este relato participa en Proyecto Para Dos.