Hace algunos años tuve el honor de conocer al gran Daniel, así se hacia llamar en broma el buen amigo Danek, por su pequeña estatura y la cubanizaciòn de su nombre. Danek fue uno de los casi 400 presos que lograron sobrevivir a la matanza del bosque de Katyn. Yo lo conocí por la amistad que me une con Mayté, una de sus nietas, su amena conversación, su pensamiento libre, sus agudas críticas al Castrismo lo convirtieron en uno de mis mejores amigos hasta su muerte en 1993.

1 botella de salsa sillau chico. Preparar arroz blanco con ajo. Luego freír las carnes remojadas en la cazuela con la salsa sillau hasta que ablanden, retirarlo y freír la cebolla china finamente cortada. Añadirle las pasas y la piña en trozos pequeños. Luego agregar todo al arroz blanco agregándole un poco mas de salsa sillau. 2 dientes de ajo prensados. 1 pedacito de jengibre fresco.

Un par de sonrisas, unos buenos días donde lavar el dolor y el mundo regresa a tus manos, a la conveniencia de la tranquilidad más común del volcán llamado amor. Debes buscar tu punto, el orgullo que obligará a todos a respetarte, a tenerte en cuenta, para eso, como te decia deberás cubrir tus huellas, mantenerte en el juego, no hay edad para abandonar el juego, la vida lo .

Abrir la puerta, salir al mundo. A través de la voz o el espacio de una consagración,. Para convertirnos en la milésima parte de una mirada. Ese segundo tan controvertido que quedó atrapado. En la maroma de un invento, de una solución inoportuna. Que jamás pudo imaginarse el delirio de una fuga masiva. Seguimos desde la distancia,. Perdidos en la sonrisa hipócrita que nos indujo al escape,.