Martes, 3 de abril de 2012. Ya era de noche y todo se preparaban para ir a dormir, cada quien quería soñar con la personas que mas quería y decían, que si pensabas en esa persona antes de dormir, al siguiente día el sueño se haría realidad. Yo estaba punto de pensarla cuando de repente comenzó a llover, quise meterme y poder mojarme, pero me di cuenta que lo que caía eran solo los momentos que habíamos compartido. Tú eras tan mala, pues dabas cariño camuflado.

Viernes, febrero 13, 2015. Qué hago con el enorme vacío. Que hay entre segundo y segundo. Ahora que tu ausencia es mi única. De opio, alcohol y sexo. Jueves, febrero 12, 2015. Me gusta estar con locos porque en realidad me llegan. Recontra al pincho los tipos demasiado sanos, los cuerdos. Despierto, lloro, suspiro, me escondo.

Viernes, 15 de agosto de 2014. Lunes, 6 de agosto de 2012. La vida reflejada en la vida de un perro. Una vez caminando por las calles, desconsolada de la vida y con muchos pensamientos sobre mi posible muerte, de la nada me topé con un pequeño perro que se refugiaba de la lluvia. El lugar estaba lleno de mucho periódicos y el perrito a pesar de estar estancado junto conmigo de la inmensa lluvia, el simplemente disfrutaba de su gran sueño.

Jueves, 14 de junio de 2012. Lo que nunca lograste entender. Estos párrafos son tuyos, las comas y puntos suspensivos también. Todo se hizo extraño desde que tú te fuiste sonriendo,. Con lágrimas tatuadas en los ojos. Era una pregunta tonta pues todos sabían la verdad,. Simplemente nadie quería hablar y soltar tantas palabras que ya no servirían de consuelo. Ignoraste cada petición de ayuda, de amor, de dolor. Ignoraste todo contacto y resulta que fuiste tu quien prometió estar ahí para todo momento.

ESCRITO Y EXPRESADO A MI MANERA. Domingo, 17 de noviembre de 2013. Solo hacia falta un adiós. Tus besos lo eran todo, tu sonrisa, el pronóstico de un buen día,. Tu mirada un indicio de que el día seria perfecto. Todo en ti parecía tan perfecto que solo despertaba esperando tener aunque sea un respiro tuyo en mi cuello. Tantas cosas que eran mucho mejor que vivir en el Edén pero olvidando el inmenso detalle que había una serpiente metida en ello. Después de mucho tiempo solo hacia falta un adiós.