Ese de quien te enamoras y luego es el único que no crece en la familia. Volver al Zoo de los Maridos.

El agua, para los peces. Si el mundo fuese como debería, los hombres y las mujeres nunca pasarían de la fase del noviazgo, esa en la que él, oliendo a colonia y recién afeitado pasa a buscarle a ella, lavada y planchada, para ir al cine. Un hombre debe oler a hombre.

El chándal en todas sus variedades. Catálogo de material deportivo de Barrabés.

Un árbol es para toda la vida. Héctor se hizo ecologista convencido a los cinco años, cuando tuvo que enfrentase a la cruda realidad de que su abuela Carmen no criaba conejos desinteresadamente y que, por lo tanto, la colleja que les asestaba en la nuca, lejos de ser una caricia brusca, tenía como único objetivo dejarlos secos y prestos para la olla. Quitín Muñoz, Joan Puigcercós y el zoólogo Kevin Richardson. Volver al Zoo de los Maridos.

Madre no hay más que una y a ti te encontré en la calle. El enmadrado es ante todo un chico bien mandado. 171;A song for mama de Boyz II Men. Las croquetas de su madre, el cocido de su madre y las torrijas de su madre.

Historia de la tía Genoveva. Por no encontrar no me encuentro ni a mí mismo. El marido invisible es el que tienen algunas mujeres que nunca está ni se le espera. Volver al Zoo de los Maridos. Lo que dice ahora mismo la prensa.

A ver si esta vez lo hago bien, no como siempre. Fernando sería un tipo estupendo si no fuera por su inexplicable habilidad para meterse en jardines. No tiene mala intención, pero no puede evitar que sus comentarios sean inoportunos en proporción uno a tres. Su facilidad para meter la pata a la menor opción ha hecho que Blanca desease muchas veces que la tierra se lo tragase, ninguna con éxito. En una visita oficial a El Salvador.