Lo que dicen del autor. Si supieran lo que de verdad me apasiona no me animarían tanto. Aún me sorprendo a mí misma pensando en lo feliz que soy dedicándome a nada. Una yaya acaba de aparcar el carrito de su nieto delant.

Lunes, 11 de agosto de 2014. El nuevo virus zombi del capitalismo. Apareció el miedo, ese miedo fatalista que me recuerda que vivir no es más que ir posponiendo el morir, ese miedo, el único capaz de obligarme a ir, como impulso, a uno de los lugares más macabros de la city. Unas capsulitas de color caramelito con cuatro aceites esenciales naturales.

Creía que los caparazones de las tortugas ninja eran todos igual de fuertes pero tal vez, el caparazón rojo era mejor que el caparazón naranja. Olvidé encontrarme con mi infancia. Y al doblar la esquina. En el principio era la nieve. Quizá ya no tengo ganas de intentar ir. Volver a verte en la ciudad donde se murió la vagabunda en el Sena. Precisamente porque ahí murió una vagabunda, ahogada en el Sena. Quizá ya no tengo ganas de intentar ir.

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